Nuestro periplo por tierras castellanas, nos llevó a Palencia, una paradita para contemplar su bella desconocida, que es la Catedral, impresionante en todos los aspectos, y no nos extraña que se considere la bella desconocida, aunque cada vez menos.
Pero antes de llegar a la ciudad no dejamos de disfrutar de Sahagún y su iglesia de San Tirso, del siglo XIII. Es uno de los mejores ejemplos de iglesia mudéjar de carácter híbrido, con elementos románicos, góticos y musulmanes. Está construida enteramente en ladrillo.
En sus dependencias, concretamente en la capilla de Jesús, se guardan algunos de los pasos de Semana Santa.
De camino a Vallladolid, tras la visita obligada a la catedral palentina, dejamoss el camino sorprendidos de la exhuberancia de la primavera por estas tierras, muy recomendables en cualquier época del año, pero en la apertura de esta estación primaveral es espectacular.
Muy sorprendente lo cuidada y lo bonita que se encuentra la ciudad pucelana. En estas fechas, llenas de bullicio, y curiosamente de olor a incienso en sus calles. Todo un museo de imaginería de Gregorio Fernández que se pueden admirar en las calles. Os dejamos estas imágenes con la iglesia de Santa María la Antigua de fondo.
Por la noche asistimos a la procesión del silencio, y una curiosidad: realiza una parada ante el colegio de los ingleses, donde sale al encuentro con el Cristo la Virgen de la Vulnerata, sorprende por su singularidad y la sencillez de la imagen a la vez.La imagen realiza un encuentro con el cristo delante de la fachada del colegio.
N0 podíamos olvidarnos de la semana santa de Zamora, ya que no podíamos estar en la procesión de las capas pardas, una de las más emblemáticas de la semana santa zamorana, se celebra el miércoles santo a las doce de la noche. Asistimos a la del martes por la tarde, la del Nazareno de San Frontis, antiguo convento del que salía la procesión al otro lado del río. Hoy en día sale de la Catedral de Zamora acompañado por cientos y cientos de nazarenos, que lo acompañan con sus faroles a su primitiva iglesia en el barrio de San Frontis, atravesando el puente de piedra.
Sorprende la cantidad de gente que ve la procesión en la zona antigua y que toman posiciones en los sitios estratégicos , ya con muchísima antelación, pero bueno esto es lo más común en cualquiera de las múltiples procesiones que recorren estos días de semana santa el impresionante casco antiguo de Zamora.